Las empresas y las instituciones financieras más expuestas a la deforestación tropical y con mayor influencia en ella deben actuar «desde hace tiempo» para establecer compromisos que les permitan conseguir cadenas de suministro y financiación libres de deforestación «a más tardar en 2025», según recomienda un informe de la organización sin ánimo de lucro, Global Canopy.
Según el informe Forest 500 de Global Canopy, de las 350 empresas y 150 instituciones financieras vinculadas a la deforestación tropical, 201, es decir, el 40%, no han establecido ni una sola política en materia de deforestación.
Las empresas analizadas son las más expuestas a las materias primas con riesgo para los bosques, como carne de vacuno, cuero, soya, madera, aceite de palma y pasta y papel, que provocan más de dos tercios de la deforestación tropical.
Las empresas han progresado ligeramente más que el sector financiero, según Global Canopy. De las 350 empresas evaluadas, 100, es decir, el 29%, han asumido un compromiso de deforestación para todas las materias primas de las que se hace un seguimiento, mientras que otras 141, es decir, el 40%, han hecho público un compromiso de deforestación para al menos una, aunque no todas, de las materias primas de mayor riesgo forestal a las que están expuestas.
Según el informe, las 150 instituciones financieras evaluadas por Global Canopy proporcionaron 6,1 billones de dólares en financiación a las 350 empresas de riesgo forestal el año pasado.
Esto incluye 3,6 billones de dólares de 92 instituciones financieras que no tienen ninguna política sobre deforestación.
«El sector financiero en su conjunto sigue lamentablemente rezagado», afirmó Global Canopy.
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Más datos
Por otra parte, más de 30 instituciones financieras que representan alrededor de 8,7 billones de dólares en activos se comprometieron en la cumbre sobre el clima Cop 26 de la ONU en 2021 a informar sobre el riesgo de deforestación en todas sus inversiones.
El grupo también se comprometió a, para 2025, financiar únicamente a clientes que hayan cumplido los criterios de reducción de riesgos.
Los compromisos de deforestación se aceleraron en la COP 27 del año pasado, aunque es probable que las medidas más tangibles las impulse el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que asumió el cargo en enero y redujo significativamente las tasas de deforestación en Brasil durante sus dos mandatos anteriores, de 2003 a 2010.
Eva Zabey, directora ejecutiva de la organización ecologista Business for Nature, señaló que la acción contra la deforestación debe impulsarse ahora mediante la regulación, en lugar de un enfoque voluntario.
Global Canopy también señaló la reciente y ambiciosa legislación de la UE, sobre la que se alcanzó un acuerdo preliminar en diciembre de 2022, que exigirá a las empresas que verifiquen que determinados productos de riesgo para los bosques no han provocado deforestación o degradación forestal en ningún lugar después de finales de 2020.
Otras jurisdicciones deberían seguir el ejemplo de la UE, señaló la organización sin ánimo de lucro.
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