Las energías renovables y la nuclear combinadas proporcionaron el 40% de la generación eléctrica mundial. Esto según el último informe de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés), que destaca cambios en la demanda, oferta y emisiones de energía.
Según el informe «Revisión Global de la Energía» de la agencia, el consumo de energía aumentó2,2% el año pasado, superando el promedio de la última década (1,3%) pero quedando por debajo del crecimiento del PIB global (3,2%).
Las economías emergentes y en desarrollo representaron más del 80% del aumento, incluso cuando el consumo de energía de China se desaceleró a menos del 3% (la mitad de su tasa en 2023). Las economías avanzadas, tras años de caída, registraron un aumento en su demanda de casi 1%.
El consumo global de electricidad creció en casi 1.100 teravatios-hora (TWh) (4,3%), casi el doble del aumento promedio anual de los últimos diez años.

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Avanzan las renovables
Las olas de calor extremo en múltiples regiones impulsaron la demanda de refrigeración, mientras que la actividad industrial, la adopción de vehículos eléctricos (EV) y la expansión de centros de datos e inteligencia artificial aumentaron la presión en las redes eléctricas.
El informe destaca que la mayor parte de la demanda adicional de electricidad fue cubierta por energías renovables y nuclear. Las nuevas instalaciones de capacidad renovable alcanzaron 700 gigavatios (GW), marcando un récord por 22º año consecutivo.
La capacidad nuclear añadida también fue de las más altas en tres décadas. Por primera vez, las energías renovables y nuclear combinadas aportaron el 40% de la generación eléctrica mundial en 2023.

«Hay muchas incertidumbres en el mundo hoy y diferentes narrativas sobre la energía, pero este informe de la IEA, basado en datos, presenta hechos claros sobre lo que está sucediendo a nivel global. Lo cierto es que el uso de electricidad está creciendo rápidamente, arrastrando consigo la demanda total de energía hasta el punto de revertir años de caída en el consumo en economías avanzadas«, explicó Fatih Birol, director ejecutivo de la organización.
«Como resultado, en 2024 aumentó la demanda de todos los combustibles y tecnologías energéticas principales, con las renovables cubriendo la mayor parte del crecimiento, seguidas por el gas natural», agregó.

Tendencias en el consumo de combustibles fósiles
Según el informe, las tendencias variaron:
- El gas natural tuvo el mayor crecimiento entre los combustibles fósiles, con un aumento del 2,7% (115 mil millones de m3), por encima de su promedio anual de la última década.
- La demanda de petróleo creció más lentamente (0,8%), y su participación en la demanda energética global cayó por debajo del 30% por primera vez en medio siglo. Un aumento del 25% en ventas de EVs ayudó a frenar su uso en transporte terrestre, aunque el mayor consumo en aviación y petroquímicas compensó parte de esta reducción.
- La demanda global de carbón subió 1% (la mitad que el año anterior), impulsada principalmente por las necesidades de refrigeración en China e India, que representaron más del 90% del aumento en su consumo.
Emisiones globales relacionadas con la energía
El informe resalta que, pese al mayor uso de energía, la expansión de tecnologías limpias ayudó a limitar el aumento de emisiones de CO2.
Las emisiones globales de CO2 relacionadas con la energía crecieron 0,8% (37,8 mil millones de toneladas).
Sin embargo, la adopción de energía solar, eólica, nuclear, EV y bombas de calor ha evitado un estimado de 2,6 mil millones de toneladas de CO2 anuales desde 2019, equivalente al 7% de las emisiones globales anuales.
En las economías avanzadas, las emisiones cayeron 1,1% (10,9 mil millones de toneladas), nivel no visto en 50 años, pese a que sus economías se triplicaron.
Mientras tanto, la mayor parte del crecimiento de emisiones en 2024 provino de economías emergentes y en desarrollo fuera de China. Aunque el crecimiento de emisiones de China se desaceleró, sus emisiones per cápita ahora superan en 16% a las de economías avanzadas y son casi el doble del promedio global.