En 2025, la percepción empresarial sobre la transición climática ha experimentado un cambio profundo: de considerarse principalmente una obligación ambiental a verse como una oportunidad de crecimiento comercial, innovación y resiliencia organizacional.
Esta conclusión proviene de la encuesta global “Sustainability Pulse Survey” encargada por HSBC y ejecutada porFTI Consulting, que recopiló las opiniones de más de 1.600 líderes empresariales de 12 mercados globales y 500 inversores institucionales.
El estudio muestra que una abrumadora mayoría de compañías y gestores de activos están orientando su toma de decisiones en sostenibilidad hacia factores financieros y estratégicos, con el objetivo de aprovechar oportunidades comerciales emergentes mientras gestionan riesgos asociados al clima.
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Transición climática como fuente de valor
Uno de los hallazgos más destacables del informe es que el 95% de los líderes empresariales encuestados considera que la transición climática representa una oportunidad comercial para sus organizaciones, y 37% la cataloga como un “área de enfoque estratégico clave”.
Esta cifra refleja una tendencia al alza respecto a años anteriores, señalando que la sostenibilidad se ha convertido en parte integral del core estratégico de las empresas.
Además, el 99% de los ejecutivos coincide en que la transición climática será “extremadamente” o “muy” importante para mantener o fortalecer la ventaja competitiva de sus empresas en los próximos tres años, consolidando la sostenibilidad como motor de valor a largo plazo.
La resiliencia empresarial también emerge como un beneficio clave: el 72% de los líderes estima que sus estrategias de transición climática impulsan la capacidad de adaptarse y prosperar frente a perturbaciones externas.
Riesgos de la inacción
Aunque la encuesta pone de relieve una visión positiva sobre las oportunidades climáticas, los ejecutivos advierten sobre los riesgos significativos de no actuar.
Las consecuencias más citadas por los líderes empresariales incluyen la interrupción de operaciones o el aumento de costos operativos (39 %), daños reputacionales (-35 %) y pérdida de confianza de inversores o dificultades de financiamiento (34 %).
Estas preocupaciones evidencian que, más allá del crecimiento, la sostenibilidad se percibe como un elemento crítico para evitar impactos financieros negativos.
Sostenibilidad como criterio estratégico
Los resultados del informe también muestran una fuerte convergencia entre las empresas y los inversores institucionales respecto al papel de la sostenibilidad.
El 96% de los inversores encuestados afirma que las cuestiones climáticas y ambientales serán importantes para su estrategia de inversión durante los próximos tres años.
Entre los factores que más influyen en las decisiones de los gestores de activos se encuentran la mejora del rendimiento financiero a largo plazo (47%) y la gestión de riesgos (44%), enfatizando que la sostenibilidad no es solo una cuestión ética sino un componente clave de la disciplina financiera.
Además, el 79% de los inversores reconoce una correlación positiva entre la integración de criterios de sostenibilidad y el rendimiento financiero futuro de las inversiones, lo que indica que las consideraciones climáticas pueden influir directamente en la rentabilidad de los portafolios.
Tendencias de inversión hacia iniciativas climáticas
La encuesta también muestra movimientos concretos en términos de inversión. Según el informe, el 73% de los inversores ha observado un aumento en los activos alineados con criterios de inversión sostenible durante el último año, lo que subraya una creciente asignación de capital hacia instrumentos y proyectos que cumplen con estándares de sostenibilidad.
Por su parte, la proporción de empresas que planean destinar al menos el 10% de su inversión de capital (capex) a iniciativas climáticas en los próximos tres años se espera que más que se duplique, pasando del 14% actual a 29% proyectado.
El informe revela que el 96% de las empresas declara que ya utiliza o planea utilizar productos de financiación sostenible en los próximos tres años.
Entre los instrumentos más populares se encuentran financiación comercial verde y sostenible (46%), préstamos vinculados a sostenibilidad (40%), bonos verdes (39%), financiación de transición (37%) y préstamos verdes (35%).
Asimismo, el 90% de los líderes empresariales afirma integrar tecnologías climáticas dentro de sus estrategias de transición, con iniciativas destacadas como adquisición de energía renovable (44%), mejoras de eficiencia energética (44%) y sistemas de datos y analítica climática (40%).
Estas cifras muestran que las organizaciones están adoptando soluciones tecnológicas que facilitan el seguimiento, la reducción de emisiones y la optimización de recursos.
No obstante, el informe subraya que el 95% de los encuestados considera que aún existen insuficientes soluciones tecnológicas de mercado para apoyar completamente las transiciones climáticas.
Las necesidades identificadas incluyen tecnologías de energía baja en carbono asequibles, herramientas avanzadas de eficiencia operativa, captura y almacenamiento de carbono escalable y sistemas de monitoreo climático integrados.
Sostenibilidad, inversión y competitividad
Los resultados de la encuesta “Sustainability Pulse Survey” reafirman una tendencia global en la que la transición climática ya no es vista como un simple requisito ambiental, sino como un impulso estratégico para el crecimiento corporativo y la creación de valor a largo plazo.
El alineamiento entre empresas e inversores en torno a la importancia de la sostenibilidad y la transición climática, así como la expansión de productos financieros verdes y tecnologías climáticas, reflejan un cambio profundo en el enfoque de la gestión empresarial global en 2025.
Desde HSBC, Julian Wentzel, director global de Sostenibilidad, afirmó que los resultados de la encuesta “demuestran que la sostenibilidad se está convirtiendo en una parte cada vez más integral de la estrategia empresarial a largo plazo, actuando como impulsor de resiliencia, innovación y crecimiento”.
Wentzel enfatizó que estos hallazgos respaldan la estrategia de HSBC para convertirse en el banco de referencia en financiación de la transición climática para sus clientes.
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