La inversión mundial en tecnologías e infraestructuras de energías limpias podría alcanzar los 2 billones de dólares este año, y pueden actuar como herramientas de cobertura, ofreciendo estabilidad y crecimiento potenciales, sobre todo en condiciones de mercado volátiles, según un nuevo estudio.
En un artículo publicado en la revista Energy Economics, investigadores de la Universidad Nacional de Pusan, Corea del Sur, analizaron la relación entre los índices de energías limpias y los principales mercados bursátiles internacionales, sobre todo en condiciones de mercado extremas.
Descubrieron que los activos de energías limpias tienen ventaja porque no se ven afectados por los parámetros que influyen en sus homólogos bursátiles tradicionales.
«Los inversores buscan proteger sus carteras de la volatilidad diversificándolas con activos que no sigan las mismas tendencias que las acciones tradicionales», afirmó Sang Moon Kang, autor principal del estudio.
«Los activos de energías limpias son prometedores para este fin porque están influidos por factores diferentes, como las políticas gubernamentales y los avances tecnológicos en energías renovables».
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Datos del estudio
Los investigadores utilizaron un método denominado regresión de conectividad cuantil de cola para estudiar cómo interactuaban los distintos activos financieros, especialmente en condiciones extremas de mercado. Este método les permitió examinar cómo las perturbaciones de los principales índices bursátiles, como el SP500 y el FTSE100, así como el Renewable Energy and Clean Technology Index (RECTI), afectan a otros índices, como el Nikkei225 japonés y el Global Clean Energy Index (GCEI).
El profesor Kang explica: «Los inversores tratan de proteger sus carteras de la volatilidad diversificándose con activos que no siguen las mismas tendencias que las acciones tradicionales. Los activos de energías limpias son prometedores para este fin porque están influidos por factores diferentes, como las políticas gubernamentales y los avances tecnológicos en energías renovables«.
El estudio descubrió que las perturbaciones financieras suelen comenzar en los principales mercados, como EE.UU., la UE y el Reino Unido, y en índices como el RECTI, para fluir después a los mercados de Japón y el GCEI.
Durante las fases normales y alcistas del mercado, cuando los precios de las acciones aumentan, dominaron los efectos a corto plazo, mientras que durante las fases bajistas o alcistas del mercado, los impactos oscilaron entre el medio y el largo plazo.
Eso demuestra que los distintos índices de energías limpias desempeñan un papel único en el sistema financiero mundial, afectando al modo en que la información y los riesgos se difunden por los mercados, y pone de relieve su resistencia e influencia duradera, incluso en climas económicos difíciles.
Según el estudio, estos «efectos indirectos» de las inversiones tienden a ser a más largo plazo en épocas de volatilidad.
«Una mayor concientización y una mejor comprensión de los efectos indirectos entre estos mercados pueden impulsar decisiones políticas que apoyen el crecimiento económico sostenible y la protección del medio ambiente, fomentando en última instancia un sistema financiero mundial más resistente», afirmó Kang.
Mercados en expansión
La inversión mundial en energía superará por primera vez los 3 billones de dólares en 2024, de los cuales 2 billones se destinarán a tecnologías e infraestructuras de energías limpias, según la Agencia Internacional de la Energía (IEA).
Casi doscientos países acordaron en la reunión COP28 del año pasado triplicar las energías renovables y duplicar la eficiencia energética.
El creciente interés por la inversión en energías limpias ha sido testigo de la rápida expansión de nuevos mercados.
La emisión total en los mercados de bonos verdes, sociales, sostenibles y vinculados a la sostenibilidad ha crecido hasta superar los 3,7 billones de dólares.
