Forética, organización empresarial especializada en sostenibilidad y responsabilidad social corporativa en España, presentó su informe anual «Tendencias ESG 2025: Claves para la agenda empresarial de sostenibilidad«, un documento de referencia que analiza en profundidad los principales retos y oportunidades que las empresas deberán afrontar en materia ambiental, social y de gobernanza durante el próximo año.
El informe parte de una radiografía detallada del año 2024, período que ha estado marcado por importantes transformaciones en el escenario global.
Desde el punto de vista político, se ha producido un cambio significativo en las prioridades de los gobiernos, con un notable incremento del proteccionismo económico y un repliegue hacia políticas centradas en la competitividad nacional.
Este giro se ha manifestado a través de numerosos procesos electorales celebrados en todo el mundo, donde la retórica política ha puesto el acento en la seguridad económica frente a otros planteamientos más globalistas.
En el ámbito medioambiental, 2024 también dejó una huella imborrable con la sucesión de fenómenos climáticos extremos que han afectado gravemente a numerosas regiones.
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Los cinco pilares de la agenda ESG para 2025
El informe identifica cinco grandes áreas que concentrarán los esfuerzos empresariales en materia de sostenibilidad durante el próximo año, cada una de ellas analizada con profundidad y acompañada de recomendaciones prácticas para las organizaciones.
El dilema regulatorio: entre la ambición y la viabilidad
Uno de los aspectos más destacados del informe es el análisis de la creciente presión regulatoria en materia ESG, particularmente intensa en el ámbito europeo.
Tras el impulso normativo de los últimos años, con hitos como la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), los estándares ESRS y la Taxonomía Verde, las empresas se enfrentan ahora al desafío de implementar estos requerimientos en un plazo limitado y con recursos escasos.
El documento señala cómo esta avalancha regulatoria, aunque bien intencionada, está generando efectos colaterales significativos.
Entre ellos destaca la creciente inseguridad jurídica en torno a las responsabilidades fiduciarias de los gestores empresariales, el riesgo de incumplimiento ante requisitos novedosos y complejos, y en algunos casos, una relación coste-beneficio desequilibrada que está afectando especialmente a las pymes.

La implementación de la CSRD: un desafío sin precedentes
El informe dedica un capítulo especial al análisis de los retos que plantea la aplicación de la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa.
Forética destaca cómo este marco regulatorio supone un salto cualitativo respecto a los sistemas tradicionales de reporting, al requerir la integración de información financiera y no financiera bajo estándares rigurosos.
Entre las principales dificultades identificadas se encuentran la falta de madurez de las metodologías de medición, la ambigüedad en la delimitación de los perímetros de reporte y la necesidad de incluir a toda la cadena de valor en los análisis.
El documento también señala las discrepancias interpretativas que están surgiendo entre los distintos actores involucrados (reguladores, auditores, consultores y empresas), lo que está generando inseguridad jurídica en muchos casos.
La evolución del consumidor responsable
El análisis de Forética revela una paradoja significativa en el comportamiento del consumidor. Por un lado, los estudios muestran que la sostenibilidad se ha consolidado como un factor relevante en las decisiones de compra, equiparándose en importancia a criterios tradicionales como el precio o la calidad.
Sin embargo, simultáneamente se observa un crecimiento del escepticismo, con solo el 23% de los consumidores considerando creíbles los mensajes de sostenibilidad de las marcas.
Este fenómeno se explica por dos factores principales: el impacto de la inflación en la capacidad adquisitiva de los hogares, que limita su posibilidad de optar por alternativas más sostenibles pero también más caras; y la creciente preocupación por el greenwashing, que ha erosionado la confianza en las comunicaciones corporativas sobre ESG.

La urgencia de la adaptación climática
El informe dedica un apartado especial al análisis de los fenómenos climáticos extremos de 2024 y sus implicaciones para la acción empresarial.
Los datos presentados son contundentes: en la última década, la frecuencia de eventos climáticos con daños superiores a 1.000 millones de dólares se ha incrementado en 73%, mientras que el volumen de pérdidas económicas ha crecido 75%.
Frente a esta realidad, Forética subraya la necesidad de que las empresas complementen sus estrategias de mitigación con planes robustos de adaptación climática, que incluyan tanto medidas de protección de infraestructuras como sistemas de alerta temprana y gestión de crisis.
El documento también llama la atención sobre el importante déficit de financiación en esta área, estimado entre 196.000 y 366.000 millones de dólares anuales a nivel global.

La transición energética en un escenario geopolítico complejo
El retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos introduce un elemento de incertidumbre en la agenda climática global.
Sus declaraciones a favor de los hidrocarburos y su escepticismo hacia los acuerdos internacionales sobre clima plantean interrogantes sobre el futuro del proceso de descarbonización.
No obstante, el informe argumenta que existen factores estructurales que mantendrán el impulso hacia una economía baja en carbono, más allá de los vaivenes políticos.
Entre ellos destacan la continua mejora en la competitividad de las energías renovables, los avances tecnológicos en almacenamiento y gestión de la energía, y la creciente demanda de soluciones limpias por parte de consumidores e inversores.

Conclusiones y recomendaciones estratégicas
El informe concluye con un conjunto de recomendaciones prácticas para las empresas que buscan avanzar en su agenda ESG en este contexto complejo.
Entre las principales sugerencias destacan:
- La necesidad de adoptar un enfoque estratégico que integre plenamente la sostenibilidad en el modelo de negocio;
- La importancia de priorizar la transparencia y la veracidad en las comunicaciones para recuperar la confianza de los grupos de interés;
- La urgencia de desarrollar capacidades internas para gestionar los riesgos climáticos físicos.
Germán Granda, director general de Forética, señaló durante la presentación que «las empresas se encuentran en un punto de inflexión. El año 2025 será clave para determinar qué organizaciones son capaces de convertir los desafíos ESG en ventajas competitivas duraderas«.
Por su parte, Ana Herrero, directora de proyectos, añadió que «la credibilidad será el activo más valioso en este nuevo escenario. Las empresas que demuestren impactos reales y tangibles serán las que lideren la transformación hacia una economía sostenible».