Una importante evaluación de las políticas climáticas de los gobiernos nacionales reveló que solo el 16% tiene un plazo para eliminar gradualmente las subvenciones a los combustibles fósiles, y están deteniendo nuevos proyectos de extracción de petróleo y gas con largos plazos de ejecución.
La Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) ha concluido en repetidas ocasiones que la promulgación de estos cambios políticos es crucial para lograr un sistema energético mundial neto cero en 2050, dando al mundo la mejor oportunidad posible de evitar los peores impactos del calentamiento global.
El Centro de la Iniciativa de la Senda de Transición (Centro TPI), que ha evaluado los objetivos climáticos y las políticas de apoyo de 70 gobiernos nacionales, llegó a estas conclusiones condenatorias en su nuevo informe.
También evaluó los compromisos de financiación climática de los países a través del proceso de la COP de la ONU, y sus planes para cumplir su parte justa del Acuerdo de París, conocidas como Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés).
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Sobre el cambio climático
En cuanto a la financiación de la lucha contra el cambio climático, el Centro TPI concluyó que es probable que la mayoría de los países en desarrollo y emergentes (dos tercios) subestimen los niveles de financiación que necesitan para adaptarse a la crisis climática y desarrollarse con bajas emisiones de carbono.
Además, el 81% de los países ricos no están contribuyendo a su parte proporcional del objetivo de 100.000 millones de dólares de financiación internacional para el clima, ni están fijando objetivos de financiación futuros que permitan alcanzar dicha parte.
Solo Francia y Alemania han contribuido en el pasado y se han comprometido a hacerlo en el futuro.
El objetivo de 100.000 millones de dólares se planteó por primera vez en 2009 y se ratificó en 2015, con una fecha límite de 2020. La cantidad total no se entregó hasta 2022 e, incluso entonces, algunas ONG como Oxfam han argumentado que las disposiciones financieras eran de baja calidad.
El principal escollo en las negociaciones de la COP29 en Bakú, que concluyeron recientemente tras tensas conversaciones durante horas extraordinarias, fue decidir un nuevo objetivo mundial de financiación. Los países ricos acordaron finalmente aportar al menos 300.000 millones de dólares anuales para 2035, pero la mayoría de los países del Sur querían que se pusieran sobre la mesa al menos 1 billón de dólares.
Otra cuestión clave en la COP29 fue la transición energética, un tema polémico dado que el anfitrión de la cumbre, Azerbaiyán, es un Estado petrolero. Las naciones acordaron en Dubai el año pasado «abandonar» los combustibles fósiles, con una acción acelerada durante esta década, pero finalmente no consiguieron llegar a un acuerdo sobre una redacción más sólida de la eliminación progresiva.
El compromiso de la COP28 se reafirmó en la COP29, pero no se mencionó en el comunicado de la cumbre del G20. La reunión del G20 se celebró en Brasil, mientras las negociaciones de la COP continuaban en Bakú.
Resultados del informe
El Centro TPI descubrió que menos de uno de cada cinco países (16%) se ha comprometido a poner fin a nuevos proyectos de extracción de petróleo y gas con largos plazos de ejecución o a poner fin a nuevos proyectos de extracción de carbón (18%), según el reporte.
Además, solo 11 de los 70 países tienen un plazo firme para eliminar las subvenciones a los combustibles fósiles. Y ello a pesar de que el G7 ha llegado a un acuerdo formal para poner fin a todas las subvenciones «ineficientes» de esta naturaleza, y de que el G20 ha contraído compromisos informales con el mismo fin.
Estas lagunas para los combustibles fósiles, además de los débiles compromisos en otros sectores con altas emisiones de carbono, significan que ninguna nación tiene una NDC que tenga objetivos para 2030, en plena consonancia con la trayectoria de 1,5°C del Acuerdo de París.
Aunque la mayoría de los países han reducido sus emisiones desde 2019 y han establecido objetivos de reducción de emisiones a medio y largo plazo, pocos de ellos son lo suficientemente ambiciosos.
Antonia Scheer, responsable de políticas y de proyectos de investigación del Centro TPI, dijo: «Nuestras conclusiones ponen de manifiesto importantes lagunas en la política climática: es especialmente preocupante que solo unos pocos países hayan asumido compromisos sólidos para eliminar gradualmente las subvenciones o la producción de combustibles fósiles».
«Los países deben demostrar una sólida planificación nacional de la transición, a través de medidas de mitigación presupuestadas y presupuestos transparentes relacionados con el clima, para que la próxima generación de NDC sea invertible. La transparencia en estos frentes ayudará a canalizar la financiación climática tan necesaria para alcanzar el objetivo de 1,3 billones de dólares procedentes de fuentes públicas y privadas solicitado en la COP29», agregó.
Se ha pedido a los países que presenten sus NDC actualizadas antes de finales de febrero para preparar la COP del año que viene en Brasil.