Los ejecutivos son generalmente optimistas sobre los beneficios a largo plazo de la inversión en prácticas ambientalmente sostenibles, pero los factores económicos y geopolíticos externos están amenazando el progreso corporativo en el clima y la sostenibilidad, según una nueva encuesta publicada por la consultora multinacional Deloitte.
Para el nuevo informe titulado «2022 Climate Check«, Deloitte, en colaboración con Oxford Economics, encuestó a 700 ejecutivos de 14 países y de todos los principales sectores industriales, en empresas con ingresos que oscilan entre los 250 millones de dólares y los 10.000 millones de dólares.
La encuesta, realizada en vísperas de la conferencia sobre el cambio climático COP27, examinó el estado de la acción climática desde la perspectiva de los líderes empresariales.
El informe reveló que la mayoría de los ejecutivos eran optimistas sobre los resultados de sus iniciativas de sostenibilidad, con el 87% de los encuestados diciendo que las prácticas ambientalmente sostenibles tienen beneficios económicos a largo plazo, y el 75% de acuerdo en que sus organizaciones pueden seguir creciendo a medida que reducen las emisiones de carbono.
Algunos números
Muchos encuestados indicaron que los acontecimientos del año pasado afectarán a las iniciativas de sostenibilidad de las empresas, y casi la mitad (45%) informó de que la guerra en Ucrania y la inflación les han hecho recortar sus estrategias climáticas y de sostenibilidad en los próximos 12 meses. Sin embargo, mientras algunos se retraen, el 37% afirmó que tiene previsto acelerar los esfuerzos de sostenibilidad durante el próximo año.
El informe indica que la mayoría de las organizaciones persiguen activamente estrategias de acción climática, ya que casi el 70% de los encuestados declaran que sus empresas han desarrollado e iniciado la ejecución de estrategias de mitigación y adaptación al clima, y alrededor de otro 25% cuenta con planes estratégicos que se espera que comiencen a aplicarse en los próximos 1-2 años.
Además, el 57% de los ejecutivos afirmaron que sus organizaciones han invertido en las tecnologías necesarias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en sus propias operaciones.
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El «lavado verde»
Según la encuesta, el «greenwashing» se ha convertido en una preocupación importante para las empresas, ya que dos tercios de los ejecutivos afirman que se ha convertido en una preocupación seria en sus sectores.
El «greenwashing» también encabezaba la lista, con 41%, de temas relacionados con el clima que los ejecutivos consideraban que debían recibir más atención a nivel mundial, después de los riesgos de seguridad nacional e internacional derivados de los cambios en los patrones climáticos, con 50%.
Otros temas clave fueron la garantía de una transición justa (41%), y la transparencia y responsabilidad de las empresas (34%).
Del mismo modo, cuando se les preguntó qué deberían hacer los gobiernos para animar a las empresas a abordar el cambio climático de cara a la COP27, la lucha contra el lavado verde ocupó el primer puesto, con 63%, seguido de la minimización del riesgo de inversión en tecnologías limpias, con 57%.
Más de la mitad de los ejecutivos respondieron que los gobiernos deberían aplicar un impuesto sobre el carbono para animar a las empresas, mientras que el 44% dijo que deberían obligar a las empresas a informar sobre el cambio climático.
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Redacción | Antonio Vilela