Siete de las mayores empresas de minería de Bitcoin de Estados Unidos están preparadas para utilizar casi tanta electricidad como todos los hogares de Houston, la cuarta ciudad más poblada del país, según una investigación del Congreso sobre el sector.
Las conclusiones, publicadas recientemente, llegan en un momento en que los legisladores demócratas piden una regulación y las criptomonedas son cada vez más criticadas por sobrecargar la red eléctrica y aumentar los precios de la electricidad para los consumidores.
En una carta dirigida a la Agencia de Protección Medioambiental y al Departamento de Energía, un grupo de legisladores demócratas encabezados por Elizabeth Warren, representante de Massachusetts, reveló que las siete empresas tienen capacidad para utilizar hasta 1.045 megavatios de energía, o lo suficiente para alimentar todos los hogares de Houston, una ciudad de más de 2 millones de habitantes.
«Los resultados de nuestra investigación, que recopiló datos de solo siete empresas, son preocupantes, ya que estos datos limitados revelan que las criptomonedas son grandes consumidores de energía que representan una cantidad significativa y en rápido crecimiento de las emisiones de carbono», escribieron los legisladores.
Los parlamentarios también instaron a las agencias federales a desarrollar normas que requieran que las empresas de criptominería informen sobre su uso de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero, un primer paso para comprender el alcance del problema y elaborar la regulación, según nota publicada en The Grist.
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Crecimiento voraz
La industria de la criptominería ha experimentado un crecimiento explosivo en Norteamérica. En 2021, China prohibió la minería y Estados Unidos se convirtió rápidamente en el centro mundial, con aproximadamente una cuarta parte de las operaciones mineras estadounidenses en Texas, donde la red eléctrica es notoriamente frágil.
La minería de criptomonedas como el Bitcoin, un proceso que amerita que ordenadores especializados resuelvan complejos problemas matemáticos a cambio de nuevos tokens, demandando así una gran cantidad de potencia de cálculo y consumo de mucha energía. A principios de esta semana, mientras una ola de calor azotaba Texas, los reguladores estatales tuvieron que pedir a los mineros de Bitcoin que cerraran voluntariamente sus operaciones para evitar sobrecargar la red.
Según The Verge, para 2026 los mineros de criptomonedas planean aumentar la demanda de la red de Texas en 27 gigavatios, es decir, aproximadamente un tercio de la capacidad actual de la red. La minería de Bitcoin emite tantos gases de efecto invernadero como países enteros; una estimación reciente decía que tanto como la República Checa.
La carga que las criptomonedas suponen para la red eléctrica también hace subir los precios a otros consumidores. El año pasado, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de California en Berkeley y de la Universidad de Chicago descubrió que la minería de criptomonedas en el norte del estado de Nueva York aumentaba los costos de electricidad de los hogares de la región en un total de 165 millones de dólares al año.
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