ONU: «El ser humano ha destruido el 40% de la tierra del planeta»

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Un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) muestra que la agricultura, la minería y la tala han dañado más de la mitad del planeta.

En un retrato de la degradación de la tierra en todo el mundo, el informe describe bosques enteros arrasados para obtener madera o pastos; praderas y humedales sensibles perdidos por la expansión de las ciudades; y tierras sobreexplotadas que se han convertido en desiertos.

El ser humano ha alterado el 70% de las tierras de la Tierra respecto a su estado natural y ha degradado hasta el 40%. Esto amenaza a «muchas especies, incluida la nuestra», advierte el informe.

Si estas tendencias se mantienen, los expertos prevén crecientes trastornos en la salud humana, el suministro de alimentos, las migraciones y la pérdida de biodiversidad provocada por el cambio climático, en lo que los autores llaman una «confluencia de crisis sin precedentes».

«La relación entre el ser humano y el medio ambiente debe cambiar drásticamente para evitar puntos de inflexión catastróficos en los que el poder de explotación del ser humano se vea desbordado por el poder de la naturaleza«, dice el informe, señalando que la mitad de la población mundial ya siente los efectos de la degradación de la tierra.

Impacto actual de la producción de alimentos en la naturaleza | Gráfico: ONU

El hombre contra el hombre

El informe, denominado Perspectivas Mundiales de la Tierra 2 (Global Land Outlook 2), procede de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación y sigue a un informe histórico de la ONU de principios del mes de abril en el que se pedía una reducción «rápida y profunda» de las emisiones para evitar los peores efectos del calentamiento global.

Los autores subrayan que la lucha contra la erosión de las tierras del mundo tiene mucho sentido desde el punto de vista económico: Más de la mitad de la economía mundial, unos 44 billones de dólares al año, depende de la naturaleza.

Al mismo tiempo, la restauración de las tierras y la protección de los bosques podrían frenar los efectos de la pobreza, el hambre, los conflictos y las enfermedades.

Según el estudio, la agricultura industrial ha desempeñado un papel excesivo. El cultivo de ganado, aceite de palma y soya, en particular, ha provocado el agotamiento del agua dulce, la deforestación generalizada y la extinción desenfrenada, respaldado por 700.000 millones de dólares en subvenciones gubernamentales cada año que apoyan prácticas insostenibles y contaminantes. Mención aparte, las toneladas de gases de efecto invernadero cada año.

Circuitos de retroalimentación entre la degradación de la tierra, cambio climático y pérdida de biodiversidad | ONU

Problemas significativos

Ibrahim Thiaw, secretario ejecutivo de la organización de la ONU, dijo que durante demasiado tiempo la gente ha explotado la tierra, ha utilizado sus recursos y ha desechado el resto sin pensar, y señaló la chaqueta de su traje: «Esto es fibra, esto es algodón, esto es tierra, esto es agua, esto es carbono», y añadió que la humanidad debe abandonar este enfoque y adoptar una mentalidad de gestión más sostenible.

El informe advierte que si nada cambia, para 2050 podemos esperar golpes significativos en el rendimiento de los cultivos, la degradación de una extensión de tierra adicional del tamaño de Sudamérica y la pérdida de carbono encerrado en suelos pobres y turberas amenazadas.

Por otro lado, comprometerse con la conservación y la restauración de un tercio de las tierras del mundo no solo mejoraría el rendimiento y el bloqueo de carbono, sino que también evitaría un tercio de las extinciones previstas.

Los autores utilizan el término restauración para referirse a la gestión sostenible de la tierra y el agua, que incluye prácticas como la reutilización de áreas naturales, la protección de humedales y vías fluviales, la priorización de los ecosistemas en la agricultura y la construcción de espacios verdes en las ciudades.

Además, subrayaron una serie de casos de éxito, como los esfuerzos por recuperar los humedales del Iberá en Argentina y prepararse para las tormentas de polvo en Kuwait. «No es complicado, en realidad es de baja tecnología, accesible y realizable. Esto es, si la humanidad puede reunir la voluntad política«, enfatizó Thiaw.

El nexo entre la tenencia de la tierra y la restauración | Gráfico: ONU

Si deseas leer el informe Perspectivas Mundiales de la Tierra 2 en pdf, haz clic aquí