Siguiendo con el informe realizado por S&P Global, y que publicamos en la edición anterior (clic para acceder, aquí), continuamos con la segunda parte de las principales tendencias en materia ESG que la firma de investigación espera que estén en el foco del debate para 2022.
El capital natural y la biodiversidad cobran importancia
Los gobiernos y las empresas empiezan a avanzar en sus compromisos de protección de la biodiversidad y la naturaleza en sus operaciones directas. Para el sector privado, evaluar y gestionar las cadenas de suministro de las que proceden los materiales e insumos es aún más difícil.
La disponibilidad y la calidad de los datos, así como las metodologías de medición generalmente acordadas, siguen siendo retos fundamentales. Además, la mayor parte del mundo empresarial sigue sin comprometerse a detener la deforestación, a pesar de ser más fácil de medir que otros riesgos del capital natural, principalmente debido a la escasa comprensión sobre cómo evaluar los beneficios de la preservación.
Por otra parte, los beneficios de las soluciones basadas en la naturaleza, como la conservación de humedales, bosques y costas, seguirán ganando adeptos como estrategias eficaces para ayudar a adaptarse a los impactos físicos del cambio climático.
Varias iniciativas nuevas e importantes en 2022 deberían contribuir a los esfuerzos por dar prioridad a la biodiversidad:
- A finales de abril y principios de mayo se celebrará en Kunming (China) la próxima Conferencia de la ONU sobre Biodiversidad, donde los gobiernos tratarán de acordar una serie de nuevos objetivos para la próxima década en el marco del Convenio sobre la Diversidad Biológica, dado que los anteriores objetivos fijados para 2020 no se cumplieron. El texto final del nuevo marco será un hito importante para establecer prioridades.
- El recién creado Grupo de Trabajo sobre Divulgación de Información Financiera Relacionada con la Naturaleza propondrá un marco de divulgación de información relacionada con la naturaleza, que incluirá normas y métricas, así como requisitos de datos, que pondrá de relieve los compromisos en materia de biodiversidad y naturaleza.
Más atención a las cuestiones sociales en cadenas de suministro
En 2021, las empresas fueron muy conscientes de su dependencia de las cadenas de suministro y de su fragilidad. Durante 2022, S&P Global cree que esta tendencia persistirá a medida que la economía mundial siga recuperándose de la pandemia, y los equipos directivos se centren en el aumento de los costos de la cadena de suministro y el riesgo de interrupción.
Más allá de la resistencia de las cadenas de suministro, la firma estima que las cuestiones sociales en ellas recibirán una mayor atención, a medida que aumenten los esfuerzos para frenar los abusos de los derechos humanos y mejorar las condiciones laborales.
La legislación existente y la propuesta harán que la trazabilidad de la cadena de suministro y la gestión del riesgo social sean más importantes este año:
- A pesar de los retrasos en la directiva de la UE sobre gobierno corporativo sostenible en 2021, la legislación obligatoria sobre diligencia debida en materia de derechos humanos a nivel nacional en Estados miembros como Alemania, Países Bajos y Francia hará que una mayor franja de empresas identifique y actúe contra las violaciones de los derechos humanos en sus cadenas de suministro.
- Además, las continuas medidas adoptadas en Estados Unidos y otros mercados clave para restringir las importaciones basadas en el trabajo forzoso en las cadenas de suministro empujarán a las empresas a demostrar esfuerzos creíbles de supervisión de los derechos humanos en la cadena. Esto será así más allá de los proveedores de primer nivel e incluirá las materias primas.
El debate desinversión vs. compromiso se calentará
En 2021, S&P Global señala que más propietarios de activos, gestores y bancos adoptaron estrategias de selección negativa, es decir, la exclusión o la desinversión de empresas con prácticas ESG deficientes o una alta exposición al riesgo.
Dicho enfoque se aplicó sobre todo a las empresas de combustibles fósiles y otras de alta intensidad de carbono, así como a las entidades con un alto riesgo climático físico, agudo y crónico. En 2022, la firma espera que la selección negativa se generalice, especialmente para descarbonizar carteras de inversión y libros de préstamos, lo que aumenta la importancia de los ESG para el crédito.
Los defensores de las políticas de compromiso señalan que romper lazos con empresas mediante la desinversión o exclusión no fomenta el cambio, y podría dar lugar a la venta de esos valores a inversores menos atentos a las cuestiones ESG, y prefieren utilizar sus inversiones para influir en el cambio en temas clave de ESG, como la transición climática o las condiciones laborales en la cadena de suministro.
Prueba a la integridad del mercado de deuda sostenible
En 2021, la emisión total de deuda sostenible alcanzó un récord de unos 960.000 millones de dólares, según estimaciones preliminares de la Base de Datos de Bonos de Financiación Ambiental. Esta cifra incluye bonos verdes, sociales y vinculados a la sostenibilidad y representa un aumento del 61% en tan solo un año.
Un reto clave para los participantes en el mercado en el próximo año será gestionar este crecimiento de manera que se preserve la legitimidad de estos instrumentos de financiación y se combata la creciente preocupación por el lavado verde.
De hecho, S&P Global indica que es probable que continúen la diversificación y la innovación en los instrumentos de deuda sostenible, con el riesgo de una mayor fragmentación entre emisores, instrumentos, sectores y normas.
Por ejemplo, en el caso de los instrumentos vinculados a la sostenibilidad, que están preparados para un fuerte crecimiento en 2022, los participantes en el mercado deben estar atentos para garantizar que los emisores establezcan objetivos de rendimiento adecuadamente ambiciosos y mantengan la transparencia a lo largo de la vida del instrumento mediante la divulgación periódica y de alta calidad.
Por lo tanto, los esfuerzos para establecer y fomentar la adopción de normas y marcos claros serán fundamentales en 2022 para proteger la integridad del mercado de deuda sostenible a medida que alcanza nuevas cotas.